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Falla municipal de 2013, obra de Vicente Llácer y Alejandro Santaeulalia, que precedió a la trilogía de vareta de Manolo García . :: irene marsilla
Por qué a la falla municipal no le salen más novios

Por qué a la falla municipal no le salen más novios

Los bocetos suponen invertir 6.000 euros y no garantizan ganar el concurso

LOLA SORIANO

Jueves, 23 de abril 2015, 23:56

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Nadie pone en duda la valía y el merecimiento de la falla municipal de 2016 que firmará por tercer año Manolo García, pero eso no quita que el jurado que tenía que elegir los proyectos lamentara el miércoles la pena que suponía no haber podido elegir entre más bocetos para que no hubiera duda alguna y para que hubiera más color.

Desde el Ayuntamiento de Valencia a lo largo de todo el mes han ido lanzando recordatorios de los plazos del concurso, para ver si al calor de los anuncios, se conseguía una buena concurrencia, pero al final no se lograron cambiar los pronósticos.

De todos modos, no es la primera vez que sólo hay una opción para la falla grande. Ya pasó en 2008, cuando el proyecto lo firmaron Latorre y Sanz con el lema 'Desitges el que desitges, et quedaràs a mitges' y en 2010, con 'Falles o treballes?', del artista Pedro Santaeulalia.

En el mundillo fallero muchos se preguntan estos días por qué no le habían salido más novios a la falla municipal y la respuesta no es sencilla ni se puede contestar sólo con una explicación, sino con varias.

El artista que se ha llevado el gato al agua, Manolo García, indica que «lógicamente, mejor concurrir sólo y no tener rival», pero al mismo tiempo añade que «no me hubiera importado que se presentara más gente para que no se sembraran dudas de no tener entre qué elegir».

Asegura que «en temas de jurados, no entro. Estoy contento de que hayan confiado en mí para hacer otro año la falla de los valencianos. Podían haberlo dejado desierto, pero pienso que me avalan los dos buenos trabajos que he hecho con el Moisés y el león». Y añade que ha podido demostrar «que se pueden hacer fallas diferentes en la plaza del Ayuntamiento, porque ya hay otras 400 fallas repartidas en los barrios de Valencia».

Opina que en las fallas de comisión «tiene más peso el tema de la sátira, pero en un proyecto para la plaza del Ayuntamiento, es más importante que haya una pieza destacada y majestuosa, como en las de Luna o Mollá».

García argumenta que sus dos grandes maestros fueron Manolo Martínez Mollá y Antonio García (Tonin) y añade que, como siempre hace, se dejará la piel con su proyecto del artesano, igual que hizo con el Moisés y el león.

Uno de los artistas que estuvo dudando inicialmente si presentarse o no a la falla municipal es Vicente Llácer, que ya ha plantado en la plaza del Ayuntamiento. «Valoré si concurrir o no, pero tienes que cerrar el presupuesto del taller y amarrar las cosas. Este año pensé que prefería estar en Primera A con un buen presupuesto», indica Llácer. Por eso, estará en la plaza de Grabador Esteve-Cirilo Amorós. «Es el primer año que trabajaré con ellos y agradezco lo que han confiado en mí». También ha cerrado contrato con Carrer de Lliria de Benaguacil.

Llácer argumenta que «preparar el proyecto de la falla municipal supone desarrollar la idea, la memoria, los dibujos de los bajos, y se invierten unos 6.000 euros. Y si haces ya una falla fuerte, es complicado llevar la marcha». Y añade que ya dará la sorpresa algún otro año.

Otro artista como Alejandro Santaeulalia indica que de algún modo, también lo valoró. «Nada más acabar Fallas, en una conversación fugaz, le comenté a mi hermano Pedro si nos presentábamos, para repartir el peso del proyecto y poderlo compaginar con las fallas que teníamos. Pero enseguida decidimos que no era el año. Teníamos que asegurarnos y centrarnos en las fallas de Especial». Eso sí, dice que algún año le gustaría hacer un mano a mano con su hermano en la plaza del Ayuntamiento.

Pedro Santaeulalia explica que entiende que al jurado le hubiera gustado poder elegir entre diversos bocetos, «pero hay que dejar claro que Manolo García está muy acertado. Está haciendo muy buenos trabajos en la plaza».

Indica que él no ha concurrido porque «este no era el año, tenía unos compromisos». Y reconoce que, hablando de los compañeros en general, si se cambiara el mecanismo de pago de la falla municipal, «habría cola de artistas». Argumenta que, «no es que se pague mal, pero es como un pago a proveedores, y si en lugar de este método, que tiene plazos por partidas, fuera mes a mes, como en las comisiones, sería más soportable para los artistas».

Otra mejora que propone es que «hubiera un delegado de Junta Central Fallera que fuera como el enlace con el artista, es decir, como si fuera el presidente de falla para ir coordinando cosas».

Razones

Pere Baenas, que también ha plantado en la plaza del Ayuntamiento, explica que en el sector la gente está viviendo tiempos difíciles «y presentar un proyecto para un concurso que no sabes si vas a salir o no, supone una inversión de dinero que no sabes si vas a recuperar». Añade que las fallas municipales «tienen una estética especial y si no eligen lo que presentas, no puedes plantarlo en cualquier otra falla».

También opina «que el concurso municipal se convoca tarde y los artistas hacia el 20 de abril ya necesitan tener atados los trabajos del taller. No puedes dejar de contratar fallas poniendo todas las esperanzas en la municipal y no salir».

Pedro Santaeulalia también cree que sería aconsejable adelantar el concurso, algo que ya se hizo años atrás, puesto que antes era en mayo.

Manolo Algarra reconoce que se convoca tarde. Este artista, que sólo ha optado una vez a la falla municipal, concretamente para el año 2014, explica que hoy día, «es difícil tener una falla de Especial y coger también la municipal, porque todos los talleres no lo podrían soportar».

Una cosa que hay que tener en cuenta, según Algarra, «es que Manolo García ha hecho fallas que han tenido mucha aceptación de público y pienso que los artistas han visto que si están gustando, no es momento de presentarse. Tampoco creo que para el político le convenga aventurarse a cambiar de estilo si lo de Manolo está funcionando».

Ximo Esteve opina que los artistas «no desprecian la falla municipal, pero quizá sería bueno adelantar el concurso y que se adjudicara antes porque a estas alturas los artistas tienen que tener claros los trabajos del taller».

Reconoce que otro factor a tener en cuenta es que «en estos últimos años se han hecho fallas potentes y con volumen, como las de Manolo García, y frena porque es difícil competir». Añade que es una plaza donde hay que quedar bien «y seguro que más de un artista palma porque hay que poner algo imponente». Esteve argumenta que lo que se está pagando por la falla municipal «tampoco es un precio tan grande, teniendo en cuenta que incluye impuestos, todo el transporte, el césped, seguridad.... Y es un punto donde te juegas el prestigio». Y añade que «los pagos son en ciertos plazos y eso supone que el artista tiene que tener cash y en estos momentos no todos lo pueden soportar».

Otro artista, José Lafarga, comenta que él este año «con Na Jordana tengo más que suficiente. Cuando ya esté al final de mi carrera sería un broche de oro espectacular plantar en la falla municipal».

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