El Consell, dispuesto a crear un mecenazgo para las Fallas si se traslada la cremà al lunes
FALLAS 2013
El Consell, dispuesto a crear un mecenazgo para las Fallas si se traslada la cremà al lunes
La consellera de Turismo afirma que en las ayudas participarÃan de forma voluntaria el sector empresarial que se beneficia de la fiesta
El mundo fallero genera 1.000 millones de euros
El anuncio lanzado desde Alicante por el presidente de la Generalitat sentó peor que mal en el mundo fallero, tanto porque en Valencia hay oposición a trasladar las fechas de las fiestas grandes como por la falta de sensibilidad que mostró Alberto Fabra aquel 17 de julio. El motivo de Fabra, como el de los empresarios favorables al traslado, es económico. Sin sentimiento. La Generalitat cifra en 786 millones de euros el impacto que supondría para la Comunitat el baile de fechas. El presidente de la Junta Central Fallera y concejal de Fiestas, Francisco Lledó, le recordó al Consell una semana después que las comisiones falleras son un motor económico que generan 1.000 millones de euros. Pero ninguno dijo que lo más trascendente: sin falleros no hay Fallas y sin Fallas no habrá ni 786 ni 1.000 millones.
¿El dinero lo puede todo en una sociedad tan mercantilizada y en crisis como la actual? Esto es lo que se va a poner a prueba el próximo mes de septiembre cuando los representantes del mundo fallero de Valencia se vuelvan a reunir con el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, y la titular de Turismo, Cultura y Deporte, Lola Johnson, para abordar la intención del Consell de cambiar de fechas las Fallas y que San José, cremà incluida, se celebre siempre en lunes.
No hay fecha marcada todavía para ese encuentro en el que los responsables del Gobierno quieren llevarse el gato al agua después de ver que las últimas fiestas falleras -el calendario marcó que el 19 de marzo pasado fuera lunes- resultaron un auténtico éxito de afluencia turística con la que hoteles y restaurantes de Valencia y poblaciones de alrededor vivieron un pequeño agosto al final del invierno.
En el último encuentro celebrado entre falleros, Castellano y Johnson el titular de Gobernación se comprometió a estudiar la implantación de una tasa al sector hostelero y al hotelero -los mayores beneficiarios del baile de fechas- que redundaría en las fiestas josefinas. Pero posiblemente no habrá tasa alguna para los hoteles y los restaurantes, sino que el Consell se ha comprometido a estudiar la creación de un mecenazgo para las Fallas con el fin de convencer a las comisiones para que den su brazo a torcer y consientan en cambiar el día festivo -San José, la cremà, el fin de la fiesta- al tercer lunes de marzo. Las penas con pan son menos, reza el refrán.
La consellera de Turismo, Lola Johnson, que ayer asistió a las fiestas del Sexenni de Morella, aseguró a LAS PROVINCIAS que se trataría de «estudiar fórmulas para que aquellos que se benefician (económicamente) de la fiesta presten su contribución a la fiesta».
En esa contribución, que se canalizaría a través de un mecenazgo, explicó la titular de Turismo, «participarían, siempre de manera voluntaria, aquellos sectores que contribuyen al desarrollo de la fiesta como la indumentaria, las floristerías, la pirotecnia, las bandas de música» y, por supuesto, bares, restaurantes y hoteles.
Johnson reconoció que esta es una «fórmula complicada» porque es difícil establecer cómo se benefician restaurantes y bares, especialmente, de las Fallas, y que unos sacarán mayores beneficios que otros. «Aquí no hay buenos ni malos y no hay que demonizar a la hostelería», defendió la consellera de Turismo que dejó caer que las Fallas «ya reciben ayuda de las administraciones».
¿Y cómo se distribuiría la cantidad que el mecenazgo aportase, si es que la hay? Esa es otra cuestión a dirimir. Lola Johnson apuntó que, por ejemplo, los mecenas «se podían hacer cargo de las flores».
Sobre el cambio de fechas que también afectaría al 9 d'Octubre, Johnson aseguró que este año se celebrará el mismo martes 9 de octubre y que el año próximo ya se efectuará el traslado.
Lo que de momento está claro, hasta que no se produzca la reunión de septiembre para la que todavía no hay fecha, es que todo está abierto, incluso que el año próximo haya baile de fechas en la hoja del calendario de marzo y un disgusto para las comisiones falleras y una lluvia de demandas contra la Generalitat por haber propiciado incumplimientos de contrato. «No está descartado todavía que el cambio se produzca en 2013, no hay nada decidido aún, pero se tendrá que determinar en septiembre, que es cuando se aprueba el calendario del año próximo», declaró la responsable de Turismo.