Cientos de miradas de admiración rodeaban ayer la falla infantil municipal. Un recorrido por el Siglo de Oro valenciano bajo el prisma de los artistas falleros José Luis Ceballos y Francisco Sanabria que no ha dejado indiferente a nadie. Se oían atributos de todo tipo, desde «preciosa» pasando por «bonita» hasta el superlativo de «espectacular».

La satisfacción desbordaba ayer a los artífices de esta composición que han visto como su monumento ha conquistado tanto al público más pequeño, especialmente a la fallera mayor infantil, Carla González, y a su corte de honor, como al más mayor, con sus colores fuertes y su universo de caballeros y princesas.

La figura de la Virgen «que hicieron los ángeles» ha sido el ninot que más admiración ha levantado y que posiblemente se salve de las llamas a petición expresa de la alcaldesa, Rita Barberá, aunque todavía falta por saber si ha encandilado igualmente a Carla González. «Recreamos la leyenda de que fueron unos ángeles quienes esculpieron la talla de la Virgen», explicaron los artistas aunque matizaron que esperan que el indulto llegue «por una decisión popular y no porque sea la representación de la patrona de Valencia».

El pretexto para la creación del monumento han sido los ángeles que presiden el cuerpo central. «Teníamos ganas de escenificar los frescos de la capilla mayor de la Catedral y éste ha sido el tema para recrear el Siglo de Oro», comentó José Luis Ceballos. «El año que estábamos en la universidad fue cuando se descubrieron y creemos que no se le dio la difusión que se merecía», añadió. Estos ángeles reposan sobre las torres de Serranos y, a sus pies, toda una cabalgata de personajes pertenecientes a la Valencia dorada, entre los que destacan el rey Alfonso el Magnánimo y el papa Calixto III sobre un toro, que escenifican la época medieval.

«Está muy chula, sobre todo el colorido», comentaban ayer dos niños, Enrique y Hugo. «Me gusta mucho la Virgen María y el niño con el chupete», señalaba Enrique. Hugo se decantaba más por el rey Alfonso a lomos de su caballo. Su acompañante, Lola, se quedaba con la representación de la música a través de los impresionantes ángeles.

Indumentaria de la época

Al estar fuera de concurso, Ceballos y Sanabria se han permitido la licencia de vestir algunos de los ninots con indumentaria de la época creada especialmente para esta ocasión. Un detalle que no ha pasado desapercibido. «Está muy bonita la fallera con su vestido», destacaba Toñi, aunque las niñas preferían a Isabel Martorell, hermana del ilustre Joanot Martorell, con su gorro de princesa medieval y su precioso vestido de color de rosa.

Otra de las cosas que llamó la atención a los más entendidos en cuanto a monumentos falleros es la ausencia de base. «Los muñecos están directamente sobre las piedras», comentaba Carmen, que hacía diez años que no venía a Valencia por Fallas. «Es genial, fantástica, me fascina el monumento y la perfección con la que están hechas las figuras», recalcaba Valentina, una turista de Moldavia que quería conocer las Fallas. «Además, me parece muy bien el sentido educativo de esta falla», añadía.

Ese valor educativo tuvo su reflejo en la explicación que Concha hacía a sus nietos. «Esos son los ángeles que están pintados en la Catedral. Los pintó un discípulo de Miguel Ángel», les decía. Lola, Teresa y Pepa proponían subastar los ninots para recaudar dinero. Aunque el día 19 la Edad de Oro sucumbirá a las llamas del siglo XXI.