La comisión fallera de Arrancapins ha obtenido el premio 'La Picota' a la crítica local, que otorga el grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia. El galardón, que fue creado hace siete años para premiar la presencia de crítica municipal, local o de barrio en los monumentos falleros de la ciudad, cuenta con una dotación económica de 1.000 euros y pretende contribuir a "la recuperación del tradicional espíritu crítico" de la fiesta de las Fallas .

La portavoz del grupo municipal socialista, Carmen Alborch, el candidato socialista a la Alcaldía de Valencia, Joan Calabuig, y el secretario general del PSPV en la ciudad, Salvador Broseta, así como concejales socialistas han entregado este jueves a la comisión de Arrancapins, en el cruce de Angel Guimerá con Pintor Vila Prades, el estandarte que le acredita como ganadora del premio.

El jurado que ha decidido el premio ha estado compuesto por el catedrático de Dibujo de la Universidad Politécnica de Valencia Rafael Raga; el cartelista Martín Forés; y el documentalista Ferran García, y ha estado presidido, sin voto, por la concejala socialista Pilar Calabuig. Tras las fiestas falleras, se hará entrega a la comisión premiada de una figura exclusiva diseñada por el dibujante Ortifus, así como de la dotación de 1.000 euros.

El jurado ha basado su decisión en el hecho de que el trabajo premiado contempla la denuncia de temas relevantes de la actualidad política y social valenciana y escenas con una lectura fácilmente comprensible de la idea que se quiere transmitir, así como que utiliza un lenguaje "plenamente satírico" dedicado a la crítica de la actualidad sobre la crisis social y económica, desde una perspectiva "original, plural e intrínsicamente fallera".

Asimismo, ha valorado que parte de una idea creativa "muy elaborada y participada" mediante un trabajo colectivo de los miembros de la comisión y también ha tenido en cuenta la "coherencia con el espíritu de la crítica fallera, satírica y socarrona, origen y sentido primario de la fiesta, provocando la risa espontánea". En definitiva, y según consta en el acta, se ha concedido el premio "por recuperar la tradición local de las fallas , divertida, satírica, en la que los problemas se reconocen fácilmente por los espectadores y que provoquen la sonrisa y el comentario cómplice de la gente que la visita".

El ámbito del galardón abarca las comisiones de falla que plantan dentro del término municipal de Valencia y que en su monumento contemplan, en su totalidad o en alguna escena, cualquier crítica de carácter municipal, local o de barrio. Resultaron premiadas en ediciones anteriores las comisiones de Na Jordana (2005), San Vicente-Periodista Azzati (2006), Duque de Gaeta-Pobla de Farnals (2007), Plaza del Angel (2008), Obispo Amigó-Cuenca (2009) y Almirante Cadarso-Conde Altea (2010).