Cuando el próximo viernes se enciendan los millones de luces (casualmente a la misma hora) de las dos fallas favoritas en el concurso de calles iluminadas, justo entonces será el momento de comenzar a ahorrar. Y no un ahorro testimonial, ni mucho menos. Un gran recorte al gasto en energía. Y todo gracias a la tecnología de lámparas led por la que los electricistas-artistas italianos ya se han decantado totalmente para las dos instalaciones.

Las dos fallas que cruzan Literato Azorín, una con Sueca y la otra con Cuba, se han lanzado en 2012 a la nueva tecnología que les va a permitir gastar mucho menos en luz o gasóleo, como era el caso de la de Cuba. José Juan Giménez, presidente de la falla que ha ganado las dos últimas ediciones de este concurso, Cuba-Literato Azorín, tenía las cifras en la mente. «El año pasado gastamos unos 16.000 euros en el gasóleo de los generadores para toda la iluminación; este año será mucho menos y lo que contrataremos será luz porque ya no nos hacen falta los generadores», decía contento de la mejora.

Bernardo Morosoli, el presidente de al lado, se movía en cifras un poco más modestas: «El año pasado nosotros gastamos unos 13.000 euros en el servicio de luz de alta tensión que nos tocó contratar. El año que más hemos gastado ha sido unos 17.000 euros», sostenía sin atreverse a dar datos del gasto de este año. «Aún no hemos contratado la electricidad de baja tensión. No sabemos todavía lo que nos va a costar, pero seguro que es menos», sostenía el mandatario.

Lo que sí les han dicho las empresas italianas que les han realizado la instalación es los kilovatios que necesitarán este año. Y la comparación es reveladora. «El año pasado nosotros gastamos 1.500 kilovatios y pensamos que este año el consumo no va a llegar a los 300, con lo que es una quinta parte», barruntaba Giménez sobre su consumo de electricidad. Morosoli aun ofrece datos más espectaculares de su ahorro. «En 2011 gastamos 1.445 kilovatios y este año estimamos que serán 155», apuntaba.

La lucha es encarnizada entre las dos comisiones. Y, por eso, las cifras son muy similares en los dos casos. Pero hay una diferencia. Cuba quiere mantener la hegemonía de los dos últimos años y el dinero que presumiblemente ahorran en consumo lo han destinado «a mejorar nuestra iluminación», mientras que en Sueca han apostado por rebajar el presupuesto: «Estamos en crisis, como todo el mundo, y no hay dinero», argumentaba el presidente.

Los dos coinciden en que pese a ser las bombillas de led, el presupuesto presentado por los artistas italianos es muy parecido al previo.