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Altercado. Invitada del grupo Compromís exhibe uno de los petos de protesta de trabajadores de RTVV. :: lp
Grupos radicales intentan politizar la mascletà con protestas diarias

Grupos radicales intentan politizar la mascletà con protestas diarias

La Intifalla busca atraer colectivos de afectados por el IVA cultural, recortes en sanidad, educación pública y la huerta

P. M.

Jueves, 5 de marzo 2015, 13:29

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Las mascletaes en la plaza del Ayuntamiento han traído un año más a las inmediaciones del balcón municipal al movimiento que se denomina como Intifalla, grupos de radicales que intentan politizar las Fallas 2015 echando mano de reivindicaciones sociales de todo tipo para la bronca diaria.

Hasta hace tres años, las mascletaes eran actos festivos, aunque desde 2013 se convocan estas protestas, con programas completos y detallados por días y temas. Eso sí, no falta la imagen de una fallera con un pasamontañas cubriéndole la cara por completo. En otros carteles de convocatorias ha aparecido llevando una metralleta.

Da igual el tema. Ayer fue por una televisión pública y popular, con una protesta que llegó hasta el mismo balcón municipal con dos personas exhibiendo los petos con reivindicaciones al lado de las falleras mayores de Valencia y sus cortes de honor.

Puede ser por el rechazo a las prospecciones petrolíferas (el Ayuntamiento las reprobó), la solidaridad internacionalista con el pueblo del Kurdistán o la islamofobia. El caso es intentar politizar los cinco minutos posteriores al espectáculo pirotécnico, aunque sea a costa de las falleras mayores.

fallas 2015

Eso fue lo que ocurrió ayer, cuando tras la retirada de las vallas se formó el grupo habitual de protesta, en esta ocasión a favor de la reapertura de RTVV. Dos invitadas del grupo municipal Compromís aprovecharon para sacar los conocidos petos de protesta que llevan extrabajadores de la televisión autonómica para mostrarlos desde el balcón, en un caso por encima de las cabezas de integrantes de las cortes de honor.

El asunto acabó con el decomiso de los petos por parte de la Policía Local, que también identificó a una de las dos personas participantes en la peculiar exhibición. Es sólo un botón de muestra de lo que se ha programado para estas Fallas.

El concejal de Policía Local, Miquel Domíguez, rechazó ayer el uso del balcón para estas reivindicaciones. «El balcón es un lugar institucional y de fiesta, no para este tipo de protestas». Abajo, en la calle, seguía la ruidosa protesta de una minoría que cada día pita e insulta a las autoridades.

Este año, el programa de los grupos Intifalla alcanza su tercera edición. Hoy por ejemplo es por «una cultura libre y sin barreras. Ni recortes ni 21%», en referencia este último año al IVA. Pero seguro que arreciarán los gritos contra la corrupción, insultos variados y pitos hacia las autoridades.

Mañana es el turno del 'fracking' y las prospecciones petrolíferas, donde se añade una tercera causa, la de los «trabajadores forestales en lucha». El pleno aprobó por iniciativa del grupo popular rechazar los sondeos en la zona próxima a la Albufera, lo que después fue llevado a la práctica en un acuerdo entre la alcaldesa Barberá y los responsables de la empresa concesionaria. Pero de igual, hay que protestar.

La programación es variada: contra el racismo y el fascismo, contra las políticas sociales del Gobierno y por el derecho a la vivienda, además de una besada popular el próximo día 14 de colectivos de lesbianas, gays y transexuales, entre otros grupos convocados.

El programa es similar al de los dos años anteriores. En las pasadas Fallas se extendieron a lo largo y ancho de los 19 días de la fiesta josefina con una oferta casi idéntica para atraer simpatizantes a la protesta. Este año sí que se ha notado un descenso en los primeros días, que pasa prácticamente desapercibido en toda la plaza.

Incluso para algunos de los que asisten al espectáculo pirotécnico desde el balcón del Consistorio. El propio concejal de Fiestas, Francisco Lledó, dijo ayer que no se había enterado del incidente entre la Policía Local y las dos invitadas del grupo municipal Compromís, tal era el colapso de público. La exhibición de los petos de protesta duró unos segundos, aunque la primera vez uno de los acompañantes de las falleras mayores y las cortes de honor pidió que, al menos, no los asomaran por encima de las cabezas de las jóvenes.

Este año, la última jornada se ha reservado para una protesta directa contra la alcaldesa Barberá, lo que se ha anunciado como una «despedida», acto sin duda influido por la próxima campaña electoral. De momento, el único grupo municipal que ha anunciado invitados al balcón coincidiendo con el tema de la protesta diaria ha sido Compromís.

Cada jornada sucede igual. Los participantes de la Intifalla se sitúan debajo del balcón municipal para coger sitio cuando son retiradas las vallas de la distancia de seguridad de la mascletà. El pasado año llegaron a protagonizar la simulación de un aborto ilegal, con una mujer tumbada sostenida en alto, una bata y la entrepierna manchada de pintura roja.

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